Bolivia

Bolivia nacio a la vida independiente el 6 de agosto de 1825 como primer presidente el Libertador Simón Bolivar

Escudo Nacional

El escudo de armas de Bolivia (oficialmente: Escudo Nacional) es el símbolo nacional heráldico oficial de Bolivia

Bandera Nacional

La bandera de Bolivia es el principal símbolo nacional. Fue adoptada el 31 de octubre de 1851 durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu. El día de la bandera es celebrado el 17 de agosto.

Sucre - Capital de Bolivia

Hace 186 años un puñado de hombres, representantes de las regiones en las que regía la disuelta Audiencia de Charcas, se reunieron para firmar el Acta de Independencia que daba lugar al nacimiento de la República de Bolívar

Juramento a la Bandera

Juráis por Dios, la Patria y la sagrada memoria de los Heroes de la Nación, defender vuestra bandera, sin omitir el sacrificio de la vida....

Grupo Aéreo de Combate


Bolivia y Paraguay lucharon por el territorio del Chaco por aire y tierra. La pérdida de Bolivia fue de 235 mil kilómetros cuadrados y más de 60.000 soldados.


Para el inicio de la Guerra del Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo muy capaz. Unos meses antes del conflicto, los bolivianos desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate Vickers “Scout” y un par de Fokker CVs a la zona de Villamontes, en la frontera del Chaco.

Tanto Bolivia como Paraguay hicieron grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces. Pese a ser un país pobre y pequeño, Bolivia poseía una fuerza aérea de cerca de cuarenta aviones, que incluían naves entrenadoras y de transporte. Paraguay podía colocar en campaña alrededor de diez aviones de combate y veinte naves de entrenamiento y transporte.


El Teniente Coronel Bilbao Rioja tomó el mando de la Fuerza Aérea Boliviana en el Chaco a inicios del conflicto y concentró su fuerza en Villamontes con una base de avanzada.

En julio de 1932, los bolivianos desplazaron tres aviones de combate Vickers “Vespa”, tres bombarderos Breguet XIX y entre tres a seis Vickers “Scouts” a sus pistas de avanzada.

Las naves incursionaron contra la base paraguaya en Puerto Casado. Esas incursiones provocaron una fuerte reacción por parte del gobierno argentino, motivo por el cual Bolivia canceló los ataques aéreos.

Desde ese momento, el Cuerpo Aéreo Boliviano llevó a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano.

En la batalla de Boquerón, ambos lados llevaron a cabo numerosos ataques en apoyo a las tropas terrestres.

Entre el 9 y el 29 de septiembre, paraguayos, escoltados por aviones de combate Wibault, efectuaron 12 ataques de bombardeo sobre los bolivianos en Boquerón.

Aunque ambas fuerzas aéreas habían volado misiones de reconocimiento y de apoyo aéreo cercano, durante la campaña de Boquerón, el primer enfrentamiento en el aire ocurrió el 28 de septiembre cuando un Vickers Vespa de Bolivia se enfrentó a un Potez paraguayo.

El 30 de septiembre de 1932, la primera pérdida de aire ocurrió cuando uno de los Wibault paraguayos fue derribado por un Vickers Type boliviano.


Características de las aeronaves

Vickers Scout 143

  • Industria: inglesa
  • Matrícula Nº 96
  • Año de fabricación: 1929
  • Motor: Bristol Júpiter VIA de 450 H.P. refrigerado por aire
  • Peso vacío: 1.017 kg
  • Peso máximo: 1.413 kg
  • Velocidad máxima: 240 kph
  • Armamento: 2 ametralladoras fijas Vickers de 7,65 mm sincronizadas al motor


Potez 25 A-2

  • Industria: francesa
  • Matrícula Nº 6
  • Año de fabricación: 1928
  • Motor: Lorraine-Dietrich 12Eb de 450 H.P. refrigerado por agua
  • Velocidad máxima: 226 kph
  • Peso vacío: 1.360 kg
  • Peso máximo: 2.150 kg
  • Armamento: 1 ametralladora fija Vickers 30 accionada por el piloto; 2 ametralladoras móviles Madsen de 7,65 mm apareadas en la torreta del observador; 1 ametralladora semimóvil Madsen de 7.65 mm ventral en el cubículo del observador

Todo honor a los Héroes Nacionales del Grupo Aéreo de Combate










Colegio Nacional Pichincha


Fundado en la ciudad de Potosí un 2 de marzo de 1826 por el Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, cuyo acto inaugural fue el 7 de mayo del mismo año, en interiores del secular convento de los Betlemitas, contiguo al templo de Nuestra Señora de Belén y con vista hacia la antigua plaza de la Misericordia. Fue en ese colonial edificio conventual donde quedó establecido el primer colegio de ciencias y artes de Potosí con el notable nombre de "Pichincha" (en conmemoración a la Batalla de Pichincha), a iniciativa o sugerencia del General escocés Guillermo Miller, el que recibió la instructiva del Mariscal Sucre, para elegir uno de los conventos de la ciudad, donde habría de establecerse el primer centro de formación educacional para beneficio de la juventud citadina. 
En este orden, el General Miller, siendo la más alta autoridad de la jurisdicción territorial, ostentando el título de "Presidente del Departamento de Potosí" y, cumpliendo con las instructivas de su excelencia, tomó la responsabilidad de hacer la visita personal a cada una de las casas conventuales, excepto la antoniana, regentada por los frailes franciscanos —a la que se guardaba todas las consideraciones—, para ver la que más convenía en el propósito señalado. Y, dentro de todas las examinadas, el General Miller se inclinó por el convento de los Betlemitas que, al margen de reunir las condiciones para adecuarse a un centro de enseñanza superior, encontrábase en un lugar expectable de la ciudad. Esta casa que en principio fue el Hospital Real de la Vera Cruz, siendo de una construcción arcaica, ella fue reedificada en 1725 con la llegada de los religiosos pertenecientes a la Orden de Belén. Casona que en principio era de una sola planta, para luego ser enriquecida con una segunda, en estricta obediencia al diseño trabajado por el arquitecto José López Arango. Fue entonces cuando se levantaron los arcos de medio punto sobre columnas toscanas en sus dos plantas, formando los pasillos con cubierta de madera tallada y el piso con losa arenisca, manteniéndose el patio cuadrangular que era de su primogenia construcción, en cuyo centro se levantó un pedestal de piedra en forma de columna, sosteniendo al reloj del sol.

Antes de instalarse el Colegio Pichincha el 7 de mayo de 1826 en el convento hospital de los Betlemitas, éste fue desalojado de todos los enseres, instrumental y otros que tenía el nosocomio, trasladándose a la Parroquia de San Roque. Separadamente, los ambientes que precisaban algunos arreglos, fueron inmediatamente refaccionados, con el apoyo económico de la Tesorería Nacional que hizo un préstamo de dos o tres mil pesos para habilitar el local. Finalmente, la portería del convento que hallábase próxima al portón del edificio, se convirtió en secretaria del colegio. La sala receptora que pertenecía al Prior de la Orden religiosa de los Betlemitas, fue dispuesta para el Rector del centro educativo. La sala de enfermería auxiliar, fue señalada para el primer curso de Retórica.

Las otras habitaciones que servían de celdas para los religiosos, fueron fijadas en aulas para lecciones de "Lenguas Castellana y Latín", "Elocuencia y Oratoria", "Matemáticas y Arquitectura", "Botánica y Agricultura", "Moral y Derecho", "Filosofía", "Medicina", "Dibujo y Pintura". La sala que fue comedor de los religiosos, se mantuvo como tal, pero destinado a los alumnos internos del colegio, tomando en cuenta que este centro educativo, a sólo un año de su fundación, estableció su propio internado para albergar a los huérfanos de la Guerra de la Independencia, más a otros adolescentes que llegaban de las provincias, todos en condición de becados con el beneficio de recibir alimentación, vestimenta, uniformes y material de estudios. El internado también aceptaba a otros estudiantes pagantes que ocupaban la sala de la predicación ubicada en la planta alta del edificio.


Como se sabe, la inauguración oficial del Colegio Pichincha tuvo lugar la mañana de aquel 7 de mayo de 1826, en homenaje al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, lo que permitió para que en el rectorado o dirección del colegio, se muestre en primera plana el retrato del Mariscal Sucre, sobre lienzo de 2,30 metros de alto, por 1,10 de ancho; pintura que fue realizada por el profesor Saturnino Pórcel y enmarcado con madera tallada, para tiempo después ser ubicada en el salón principal del establecimiento.

Al instalarse el colegio en acto solemne, la ciudadanía potosina expresó su alborozo, aplaudiendo y participando de una procesión cívica que, luego de hacer su recorrido por las calles del casco histórico de la ciudad, remató en el frontispicio del colegio Pichincha. En ese entonces, se encontraba como Prefecto del Departamento el Dr. Casimiro Olañeta, uno de los gestores para la creación de la República de Bolivia.


Fue designado como primer Rector del colegio el abogado y sacerdote Juan Manuel Calero Vargas. Como Vice-Rector, fue nombrado el Dr. Manuel Anselmo Tapia y, Ministro Secretario, el Sr. Mariano La Torre. Cumplida la gestión rectora del cura Calero, tocó al abogado, poeta, orador y autor del Himno Nacional de Bolivia, Dr. José Ignacio de Sanjinés, constituirse en el segundo Rector del colegio entre 1830 a 1832. Seguidamente fue designado el jurisconsulto y destacado diplomático que fuera Presidente de Bolivia, Dr. José María Linares, como tercer Rector de este colegio en los años 1833 y 34. Sucesivamente dirigieron a este plantel educativo otras connotadas personalidades como el políglota, educador y escritor José David Berríos, al igual que don Macedonio Araujo, fundador y primer presidente de la Sociedad Geográfica y de Historia "Potosí"; el ilustre letrado en leyes, magnífico educador e historiador don Vicente Terán Erquicia; el reconocido "padre de la juventud potosina", destacado investigador historiógrafo Luis Subieta Sagárnaga; el polifacético artista, abogado, escritor y hombre público Dr. Ricardo Bohórquez Ramírez y tantas otras personalidades que tuvieron el honor de dirigir a esta vieja casona.

Asimismo, se cobijaron en las aulas de este colegio ilustres intelectuales de reconocida trayectoria nacional en el campo de la enseñanza educativa. Por sus viejos pasadizos, aulas y patio, dejaron huellas de recuerdo, cientos y miles de estudiantes que en el curso del tiempo se constituyeron en hombres de bien y magníficos servidores de la patria.

Este colegio que está a pocos años de celebrar su Bicentenario de creación tiene páginas brillantes en el marco de la historia educativa del país; colegio que elevó la cultura del pueblo potosino y sobre sus cimientos nació la Universidad "Tomás Frías" como superior culminación de sus actos.

"Constancia y Trabajo"