Bolivia

Bolivia nacio a la vida independiente el 6 de agosto de 1825 como primer presidente el Libertador Simón Bolivar

Escudo Nacional

El escudo de armas de Bolivia (oficialmente: Escudo Nacional) es el símbolo nacional heráldico oficial de Bolivia

Bandera Nacional

La bandera de Bolivia es el principal símbolo nacional. Fue adoptada el 31 de octubre de 1851 durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu. El día de la bandera es celebrado el 17 de agosto.

Sucre - Capital de Bolivia

Hace 186 años un puñado de hombres, representantes de las regiones en las que regía la disuelta Audiencia de Charcas, se reunieron para firmar el Acta de Independencia que daba lugar al nacimiento de la República de Bolívar

Juramento a la Bandera

Juráis por Dios, la Patria y la sagrada memoria de los Heroes de la Nación, defender vuestra bandera, sin omitir el sacrificio de la vida....

Gral. Manuel Marzana Oroza

Marzana es quizás el mayor héroe boliviano de la guerra del Chaco, el simboliza al medio millar de bolivianos que defendieron, muchos de ellos con su vida, el fortín Boquerón.  
 
El Gral. Marzana nació en Tarabuco (Chuquisaca) el 7 de junio de 1889. Estudio en Sucre. Ingreso al colegio militar en 1907. En 1914 logro el grado de teniente. Fue edecán del Presidente Gutiérrez Guerra. En 1925 formaba parte del Consejo Supremo de Guerra. Fue parte del tribunal de Justicia Militar entre 1930 y 1931. 

En el comienzo de la guerra después haber tomado el Fortín Paraguayo “Boquerón” y tras la muerte del Cnl. Emilio Aguirre, asumió como comandante del glorioso Regimiento Campos 6 de infantería, siendo sin duda alguna el gran caudillo de la estoica y por demás sacrificada defensa de ese fortín. 

La consigna del destacamento estaba expresada en un radiograma del Estado Mayor: “El Capitán General ordena y la patria pide no abandonar Boquerón de ninguna manera, prefiriendo morir en su defensa antes de dar el parte de retirada. Quebrantar la ofensiva paraguaya en este punto será suficiente para desmoralizar al Enemigo y sobre todo para dar un desmentido ante América de otra propaganda paraguaya sobre la incapacidad de nuestras tropas”. Marzana dijo simplemente a sus hombres: “Hijos vamos a hacer respetar el uniforme que vestimos, ningún soldado debe retirarse hasta haber quemado el último cartucho”.

Las fuerzas con las que disponía no eran 1.200 como calculaba Estigarribia, sino un Tcnl. Comandante del Fortín, un Tcnl. Comandante de Batallón, un Mayor, 4 Capitanes, 7 Tenientes, 14 Subtenientes, 2 médicos, un sanitario, un chofer, 320 soldados del Regimiento “Campos”, 40 soldados del Regimiento 16 de Infantería, 24 soldados del Regimiento “Lanza” y 30 de Artillería, haciendo un total de 448 personas armadas de 350 fusiles, 13 ametralladoras livianas, 2 cañones Krupp con 130 granadas, un cañón Schneider, con 66 granadas y dos cañones antiaéreos con su dotación correspondiente.     

Los bravos defensores se quedaron sin munición, alimentos y medicinas, para poder seguir combatiendo y escribiendo tras 20 días de valiente y sacrificada defensa  las páginas más heroicas que se hayan escrito en el continente. 

Sus principales características eran la serenidad y la modestia, Oficial educado desde su juventud en la rígida escuela de la “Subordinación y constancia” era uno de esos soldados para quienes una orden que se da es una orden que se cumple. Fue hecho prisionero junto con sus hombres siendo conducidos a Asunción. El Presidente Paraguayo Eusebio Ayala al referirse en un discurso, tributó un noble homenaje a los vencidos: “Los Oficiales y Soldados bolivianos que se batieron en Boquerón y son nuestros prisioneros... se comportaron con tal bravura y coraje que merecen todo nuestro respeto”. A su retorno del cautiverio en 1936, el Cnl. Marzana al ser requerido por un diario de La Paz para hacer declaraciones, dijo simplemente: “NO HICIMOS MÁS QUE CUMPLIR CON NUESTRO DEBER”.

En mismo ese año fue nombrado prefecto de Chuquisaca. En 1937 fue ascendido a Coronel. En 1962 el senado lo nombro de modo honorifico General de Brigada. Murió a los 90 años en La Paz el 4 de Enero de 1980

Batallón de Ingeniería III "GRAL. PANDO"

La primera organización del Bat. Ing. III “ Gral. Pando”, fue el año 1.920, donde se crearon Unidades Técnicas para completar la organización del Ejercito, en ese mismo año se organiza una Compañía de Ingenieros, al mando del Cap. MELITON BRITO, con 2 Oficiales y 80 Soldados.

El 2 de septiembre de 1921, fue reorganizada esta Unidad con el nombre de “Batallón Técnico “ compuesto por tres Compañías al mando del My. JOSÉ AYOROA.

El 3 de Agosto de 1.922, por orden del Comando General del Ejercito se le denomino Batallón “Gral. PANDO” 1ro. de Ingeniería en memoria del Benemérito My. Gral. Dn. José Manuel Pando , primer explorador de las tierras vírgenes, cuya espada fue una de las mas brillantes en el Ejercito.

En fecha 1.926, el Batallón “PANDO” se hizo cargo de la explotación del ramal ferroviario de COROCORO mediante Decreto Supremo, obteniendo con éxito la instrucción completa de diez equipos de ferrocarrileros: maquinista, foguistas, cambiadores, conductores guarda líneas “en condiciones de mover diez trenes militares en cualquier momento”.

En 1.932 el Batallón fue reorganizado y dotado de eficiente personal técnico, para labores de Ingeniería y Comunicaciones, siendo incorporado al Teatro de Operaciones del Sur Este (TOSE), finalizada la Guerra del Chaco pasa a la Reserva Activa del Ejercito.

Tte. Felix Mendez Arcos

“GRANDE EN SU HUMILIDAD”, así lo calificaron muchos historiadores nacionales, nació en el Valle del Tunari, tierra de héroes y heroínas, un 28 de Mayo de  1905.

Sus padres, cochabambinos, típicos trabajadores de la tierra valluna. Procedían de la autentica clase popular; esa “Caja de fondos”, donde se encuentran las reservas morales del Estado Boliviano.

Encarnación Méndez Arce  y Marcelina Arcos Méndez, son los padres de este Héroe nacional, criándolo y educándolo con el deseo de hacer de él un hombre de bien, de niño conoció la Escuelita Primaria, en su ciudad natal. Allí donde las manecitas de nuestros niños dibujan y se impregnan de sentimiento patrio. Escuela fiscal Nº 3 de Cochabamba se llamaba su forjadora de niño alegre y travieso.

Sus estudios secundarios los hizo en el Colegio “Sucre”, de la ciudad de Cochabamba. En este establecimiento se hizo joven. Méndez Arcos como estudiante de secundaria empezó a mostrar condiciones propias de los marcados por la diosa fortuna, pero la fortuna espiritual. Su compañerismo, responsabilidad, deseos de superación, fueron ampliamente reconocidos por sus compañeros y maestros. Egresó maduro, para ser tan joven.

En el año 1924, ante el servicio militar obligatorio que impone la patria, se alisto al Regimiento “Pérez” 3ro. de Infantería. Félix Méndez Arcos que ya no era una promesa, sino una realidad, logro ascensos hasta llegar al grado de sargento de una sección de Ametralladoras. Arma que lo sedujo hasta morir junto a ella, años más tarde.

La enseñanza militar asimilada en los cuarteles fue para él como un acto premonitorio. Allí, en el regimiento “Pérez”, se familiarizó con el manejo de las ametralladoras “Maxim” y “Vickers”. Su ascenso merecido, nos confirma la estatura moral del futuro conductor de soldados. Fue tirador eximio, cuya puntería la conocieron posteriormente en la campaña del Chaco.

Licenciado más adelante, se dedico a la vida civil con la misma responsabilidad y con el mismo entusiasmo mostrado en sus establecimientos de enseñanza y en los cuarteles. Méndez Arcos cuyos impulsos juveniles afloraban por todo su ser vital, las volcó al deporte. Se hizo futbolista de “Tunari Futbol Club”. En esa institución gasto sus energías, doblemente, como entusiasta deportista y como mesurado presidente del club de sus amores.

Por sus cualidades y virtudes muy joven ingreso a la administración Edilicia de Cochabamba, fue juez y comisario de la Policía Municipal.

Un tiempo después contrajo matrimonio con Dña. Julia Grossbeger en 1927. Su matrimonio fue alegrado con el nacimiento de sus tres hijos. Luis Ángel, María Uberlinda y Félix. 

Etapa de vida llena de actividad y la mirada en el porvenir, pero el destino dispuso otra cosa en efecto, Bolivia, nació presionada a lo largo de toda su historia por sus cuatro costados, volvió a empuñar las armas, como en Iruya y Montenegro, en Ingavi, en Calama, Alto de la Alianza, Riosinho, en el madre de Dios. Hoy como ayer y como siempre lo será, solo sus hijos la defendieron y la defenderán de la ambición, de la injusticia, de los deseos de conquista.

Felix Mendez Arcos, se enrolo al Ejercito Nacional, dejando tras de si, hogar y familia. Se incorporó al departamento “L”, como simple soldado marchando con paso firme rumbo al INFIERNO VERDE. Tomo parte como soldado aguerrido en lucha, acciones de armas y siempre lo hizo, brillantemente, en el Regimiento 20 de Infantería. Luego paso al TEMIDO Y LEGENDARIO Regimiento “CAMPOS” 6 de Infantería.

En ese Regimiento de gloriosa actuación nuestro héroe actuó junto a sus valerosos camaradas en las acciones de China Vieja, de donde salió a la cabeza de su Compañía, rompiendo el cerco enemigo. 

Pozo Tortuga, Tezen, Campo Jurado, San Antonio, picada Medina, cañada Strongest, etc.; conocieron la presencia de Méndez Arcos y en cada una de esas acciones mostro su característica nunca desmentida: el desapego por la vida al servicio de su patria amenazada.

Destaco también la lúcida actuación de Méndez Arcos en la laguna Nery y el Carmen en donde pese al cerco de fuego Paraguayo, logró evadirse, conduciendo con una habilidad magistral a su compañía y sin perder un solo hombre. Estaba hecho para el combate.

Este comportamiento, invariablemente magnífico y pleno de conciencia, de responsabilidad le hizo ganar ascensos en los campos de batalla, todos ellos, por méritos de guerra, desde el de Cabo de Escuadra hasta Teniente de Reserva.

Estuvo siempre a cargo de una sección de Ametralladoras pesadas. En los momentos difíciles de los combates, cuando había que decidir situaciones de peligro, Méndez Arcos tomaba personalmente el manejo de una “Vickers”.

Llego el 20 de Febrero de 1935. Con 29 años cumplidos sobre sus hombros. La culminación áurea de una vida activa honrada y digna de ser mostrada a las generaciones de todos los tiempos de esta patria Boliviana.

En compañía de sus 24 Soldados del glorioso Regimiento “CAMPOS”, detuvo al Enemigo, sin medir la potencialidad abrumadora de éste. Y allí, sobre la santa tierra Boliviana que había jurado defender hasta la muerte, cumplió su juramento.

Honor y gloria a aquellos Héroes que ofrendaron su vida en defensa de la Patria.