Bolivia

Bolivia nacio a la vida independiente el 6 de agosto de 1825 como primer presidente el Libertador Simón Bolivar

Escudo Nacional

El escudo de armas de Bolivia (oficialmente: Escudo Nacional) es el símbolo nacional heráldico oficial de Bolivia

Bandera Nacional

La bandera de Bolivia es el principal símbolo nacional. Fue adoptada el 31 de octubre de 1851 durante el gobierno de Manuel Isidoro Belzu. El día de la bandera es celebrado el 17 de agosto.

Sucre - Capital de Bolivia

Hace 186 años un puñado de hombres, representantes de las regiones en las que regía la disuelta Audiencia de Charcas, se reunieron para firmar el Acta de Independencia que daba lugar al nacimiento de la República de Bolívar

Juramento a la Bandera

Juráis por Dios, la Patria y la sagrada memoria de los Heroes de la Nación, defender vuestra bandera, sin omitir el sacrificio de la vida....

Masamaclay: Lugar donde pelearon dos hermanos

Boqueron es una isla de monte rodeada de pajonales, en la que se había abierto una plazoleta que contenía galpones de adobe (construidos por las fuerzas bolivianas de ocupación en 1928), tres o cuatro chozas de espartillo, un pozo de agua y un tajamar para abrevadero de animales, estaba elegida por el destino para servir de escenario a una de las gestas mas heroicas de la historia de Bolivia.


Amaneció el 29 de septiembre en media de la angustiosa expectativa de los combatientes. La artillería no se atrevió a actuar por la proximidad entre atacantes y atacados. El Teniente coronel Estigarribia había ordenado que sus divisiones se jugasen ese día el todo por el todo. Boquerón tendría que caer a cualquier costo.

Los primeros disparos de los fusiles paraguayos se perdieron en el hondo silencio con que respondió el frente boliviano. Un soldado cuenta que en esos momentos sintió “como si manos invisibles y gigantescas se apretaran a través del campo enmarañado y se estremeció de terror” (JD). Se levantaron algunos lienzos blancos. El capitán Antonio Salinas del regimiento Campos y el suboficial Carlos d'Avila del 14 de Infantería, salieron por la Punta Brava llevando el siguiente mensaje: "El comandante del fortín Boquerón al co­mandante de las fuerzas paraguayas en el mismo sector. Señor: el oficial portador de la presente nota, capitán Antonio Salinas, lleva la misión de entrevistarse con Ud, en representación mía.— Dios guarde a Ud.— Teniente coronel Marzana".

Estigarribia, en su puesto de mando a. 10 kilómetros de primera línea, al recibir la noticia telefónica de que se veían trapos blancos en las trincheras bolivianas, no pudo ocultar su satisfacción y exclamo “Creo que vamos a ahorrar muchas vidas paraguayas". Poco después eran conducidos a su lado, por el mayor Rafael Franco, el capitán Salinas y el suboficial d'Avila, que le hicieron entrega de su credencial y le expresaron que tenían la misión de concertar una entrevista con su jefe. "Digan a su comandante —les contesto Estigarribia— que lo espero en este mismo lugar, esta mañana, a la brevedad posible". Mientras Salinas y d'Avila regresaban, el teléfono transmitio otras novedades, Las fuerzas paraguayas habían invadido el fortin y estaban tomando prisioneros a sus defensores.
¡Que habia ocurrido? Al no recibir fuego y viendo los lienzos blancos en la Punta Brava, el teniente Paraguayo o Ma­nual Islas creyo que se trataba de una rendición y se lanzo a la carrera hacia el fortín, seguido por su compañia del Curupaity, con la intención de cosechar el lauro de tomar prisionero al teniente coronel Marzana. AI escuchar el clásico grito de triunfo paraguayo "¡Piiiipuuuu!", lanzado por estas tropas, los hombres de las demás unidades también se precipitaron hacia la misma meta desde todos los costados. Los oficiales y soldados bolivianos, que tenían orden de no combatir hasta que volviesen sus parlamentarios, se incorporaron temerosos en sus posiciones al ver esta avalancha que se les venia encirna. En pocos rninutos se vieron rodeados de sus enemigos que los observaban y hablaban con curiosidad. El teniente coronel Marzana fue hecho prisionero por los tenientes Islas y Valdovinos.

El teniente coronel José Carlos Fernández, comandante de la Primera División paraguaya, ordeno que se hiciese formar a las fuerzas bolivianas en la plazoleta del fortín. Sus oficiales obedecieron, pero extrañados de la escasez del efectivo boliviano, preguntaron una y otra vez: "Donde están los demás?" No podían creer que toda la guarnición del fortín eran esos pocos espectros encorvados y famélicos. "La entrada victoriosa de nuestras tropas en el histórico Boquerón —ha comentado el entonces mayor Antonio E. González— fue empañada por la vista de la espantosa tragedia que envolvía a los defensores: 20 oficiales y 446 soldados en el ultimo extremo de rniseria humana. , . Por todas partes armamento, equipo, cadáveres y escombros. En un galpón oscuro, cubiertos de harapos, mugre, sangre, estiércol y gusanos, se revolcaban mas de 100 moribundos sin curación, sin vendas y sin agua" añade Heriberto Florentin, otro oficial paraguayo; “Era una masa pululante de cuerpos lacerados en lúgubre promiscuidad con cadáveres putrefactos cubiertos a medias por mantas desgarradas y embadurnadas de sangre y excrementos pestíferos". Este mismo oficial, refiriéndose a otros puntos del reducto dice: "En el campo que pega contra el camino a Valencia, el sector mas castigado de la ofensiva paraguaya, yacían dispersos numerosos cadaveres insepultos, algunos de ellos, hinchados descomunalmente, terminaban por explotar estrepitosamente y por lo gene­ral en altas horas de la noche, como si quisiesen ocultar de la luz del sol el siniestro desparramo de su podrida entraña. En cambio otros. achicharrados por el calor solar; iban reduciéndose a la mínima expresión de cuerpos mornificados".

El mayor Arturo Bray, que habla exigido como comandante del regimiento Boqueron que se le entregase al tenien­te coronel Marzana, para ser el quien lo condujera a retaguardia, anuncio a las 7:40 en el puesto de mando de Estigarribia: "Presento al teniente coronel Marzana". El teniente coronel Estigarribia se puso de pie y extendió la mano a su adversario. El auditor de guerra del ejercito paraguayo, doc­tor Horacio Fernández, ha descrito el encuentro con estas palabras: "El reducido numero de oficiales presentes estaba en profundo silencio. Nadie se movía. La respiración contenida de todos, la presencia del jefe de las fuerzas bolivianas, la evocación de todo el drama sangriento. . . el final imprevisto de la carnicería humana que tantos horrores nos había hecho sentir, los disparos que aun a lo lejos se escuchaban, todo ello llenaba el ambiente de una solemnidad y una angustia infinita... El teniente coronel Marzana con traje kaki, botas de charol usadas, gorra y portapliegos, permanece de pie, mesa de por medio, frente al teniente coronel Esti­garribia. La barba crecida, la expresión agradable, un ligerisimo temblor agitaba su labio inferior, su pierna izquierda ligerarnente recogida se movía denotando la lucha gigantesca de sus nervios en tensión. Su voz era firme. . .". El dialogo fue breve. Todo estaba consumado. Marzana pidió garantías para su gente y Estigarribia le aseguro que las tenia, además de atención medica inmediata para los heridos.

El teniente coronel Marzana y sus hombres fueron conducidos a Asunción. El presidente Ayala al referirse en un discurso el triunfo paraguayo, tributo un noble homenaje a los vencidos: “Los oficiales y soldados bolivianos que se batieron en Boquerón y son nuestros prisioneros….. se comportaron con tal bravura y coraje, que merecen todo nuestro respeto”.

A su retorno del cautiverio, en 1936, el coronel Marzana al ser requerido por un diario de La Paz para hacer declaraciones, dijo simplemente. “no hicimos mas que cumplir con nuestro deber”

Cap. Victor Ustariz

Sus padres fueron don CELESTINO USTARIZ y DOÑA CATALINA ARCE. Su educación primaria la realizo en Tarata y la secundaria en Cochabamba.

Ingreso al Colegio Militar el año 1915, caracterizándose por su carácter amable, caballeroso así como enérgico en sus decisiones, durante sus estudios fue ascendido al grado de Sub Brigadier. Egreso con el grado de Subteniente el 3 de Enero del 1919, fue destinado al Regimiento “LOA” 4 de Infantería donde estuvo destinado hasta el grado de Teniente, posteriormente se incorporó al Destacamento Montado en la región del Chaco por el lapso de 10 años.

Se encamino a la vida de monte recorriendo de principio a fin, estudiando el terreno constatando el avance y progresión del ejército paraguayo trazando sendas y picadas para la defensa en esas codiciadas tierras. Así mismo a la solicitud de su persona por Orden de Destinos el 8 de marzo de 1930 “USTARIZ”, fue destinado al Regimiento “CAMPOS” 6 de infantería, al cual se incorporo de inmediato, el Capitán era explorador del bosque con 12 o 15 hombres buscando siempre nuevas rutas que vinculaban entre si los puestos  Bolivianos avanzados.

Antes de la Guerra del Chaco, Ustariz vivió largos años en esta región, fue amigo de los Caciques de tribus salvajes, conocía algunos dialectos de la zona, tenía un gran prestigio en el interior del Ejército y en los pocos pobladores de la región, realizó numerosas incursiones a territorios dominados por los Paraguayos, ingresando y saliendo a sus dispositivos sin ser descubiertos características que le mereció el sobre nombre de “CHARATA USTARIZ” ave característica de la región chaqueña, por su modo peculiar de escabullirse de sus perseguidores.

Pero Boquerón es la cuna de la inmortalidad de Ustariz, ya que cuando es tomado este Fortín Paraguayo el 31 de Julio de 1932 por tropas Bolivianas, el mismo se constituye en el centro del valor del Soldado Boliviano, la tenacidad de su defensa se traduce en la gloria y bravura de muchos héroes bajo la conducción del Tcnl. Manuel Marzana Oroza.

Ustariz no se encontraba en esta guarnición, era parte del Destacamento Peñaranda, era parte de la esperanza de los sitiados que pedían refuerzo cuando las fuerzas paraguayas mayores en número y fuerza cierran el paso del camino Yujra – Boquerón.

El Destacamento Peñaranda, emprende la marcha de refuerzo de los sitiados pero es detenida por las fuerzas Paraguayas superiores en número. El 11 de Septiembre, desde Yujra, por un camino diferente, partió el Cap. Víctor Ustariz con 58 hombres del Regimiento “Loa” como vanguardia del destacamento Peñaranda. A las 21:00 horas esa fuerza, por su pequeño tamaño, ingresó al fortín sin ser detectado.

Mientras tanto que las noticias de la llegada de refuerzos a Boquerón, tenía la magia de levantar la moral de las tropas defensoras. El “CHARATA” Ustariz, después de haber paseado por el monte, frente a las mismas “BARBAS DE LOS PILAS”, ha logrado sobrepasar las líneas enemigas, ingresando a boquerón con 58 hombres de refuerzo.

La situación no tendría mayores repercusiones si no se supiese de quien se trata: el Capitán Víctor Ustariz, tiene un bien ganado prestigio de SATINADOR, la mención de su solo nombre, hacía temblar de miedo a los Paraguayos conocía el monte, como la palma de sus manos y solía infiltrarse hasta la misma retaguardia Paraguaya hablando guaraní fluidamente y confundiéndose con ellos; los tribeños del lugar, le consideran un ser superior y hasta le reconocían como su “Cacique”.

Ustariz cayó  en una emboscada paraguaya que de inmediato rompieron con el fuego y cae herido en el brazo y el cuello el bravo “CHARATA”, las últimas palabras del héroe fueron “Levántenme soldados de pie”, y de inmediato vino una ráfaga de ametralladora que hiere al Capitán que cae atravesado por cinco proyectiles, USTARIZ  había caído mostrando en el rostro un gesto de desafío al invasor quien perdió la vida en aras de la defensa de su Patria.

La presencia de Ustariz en el fortín Boquerón estimuló e influyó positivamente en los defensores, creando en su interior un espíritu elevado de amor a la Patria.

Muerte del Cap.Tomas Manchego


En la primera jornada del 9 de Septiembre de 1932, los paraguayos se acercaron hasta menos de 50 metros de las trincheras bolivianas pero fueron repelidos con fuego nutrido. Los batallones Bolivianos que salieron a socorrer Boquerón no pudieron llegar a su objetivo, todas las vías estaban cortadas por el enemigo, pero los paraguayos retrocedieron desanimados ante la magnífica defensa boliviana, la desorganización y el desconcierto en filas paraguayas provocó claros en el cerco permitiendo que el viaje en camiones desde Yujra se realizase sin contratiempo alguno; así, al anochecer, ingreso a Boquerón la 4ta. Compañía del Regimiento 14 de Infantería al mando del Cap. Tomás Manchego, transportaba alimentos, municiones y dos ametralladoras “Vickers”, que fueron ubicadas  en  la  denominada   "Punta Brava " ,     sector potencialmente Vulnerable  del  fortín   y   al   cual    el Enemigo hostigaba permanentemente. 

Tres días tardó el ejército paraguayo en rodear completamente el fortín. Marzana había agotado las municiones de los cañones y pidió ahorrar munición y disparar sólo con blanco seguro.

Muere en Boquerón el 26 de Septiembre de 1932 el Capitán Tomás Manchego, siendo la ausencia más sentida y uno de los principales puntales de la resistencia, experimentado oficial, alcanzado por fragmentos de una granada paraguaya, después de una agonía sin conciencia. Fue enterrado al lado de su amigo el Teniente Paraguayo Velásquez, fallecido el día anterior